Tratamiento

Cuando la DA es leve, el tratamiento puede incluir:

  • Uso diario y frecuente de crema lubricante en todo el cuerpo, especialmente después del baño.
  • Comprensión del paciente y la familia de la enfermedad, gatillantes, y pronóstico.
  • Evitar los desencadenantes conocidos.
  • Evitar factores exacerbantes:
    • Temperaturas extremas
    • Sudoración
    • Telas sintéticas (prefiera 100% algodón)
    • Jabones abrasivos
    • Suavizantes de ropa
    • Preferir detergentes de ropa específicos indicados por su dermatólogo
    • Dormir bien.
    • Mantener una dieta saludable
    • Controlar el estrés

Tip: Cuando te sientas estresado, encuentra otra forma de relajarte: escuchar música, leer, bailar, caminar, pintar, tejer, etc. (*revisa nuestra sección de DATOS DA, para conocer más en profundidad cómo manejar el estrés.) Control del prurito: de acuerdo a lo que indique su médico.

Si estos métodos no son suficientes, otros tratamientos incluyen:

Los corticoides tópicos son la principal herramienta medica para el tratamiento de la DA, ayudan a desinflamar la piel. Es muy importante usarlo de acuerdo a la indicación precisa del médico. Su médico tratante definirá la potencia y días de tratamiento dependiendo de la zona de la piel afectada, edad e intensidad de la DA.

Es importante no abusar del corticoide, ya que el uso prolongado tópico puede tener efectos adversos, y más aún en DA, donde los corticoides son una herramienta disponible, donde la piel puede acostumbrarse limitando el arsenal terapéutico disponible.

En chile existen alternativas a los corticoides que se denominas inhibidores de la calcineurina (pimecrolimus y tacrolimus) estos requieren prescripción médica y tienen indicaciones específicas, por lo que es importante la consulta.

En paciente con DA moderada a severa a veces es necesario usar tratamientos sistémicos, todos estos tienen indicaciones muy precisas y se restringe su indicación al médico dermatólogo.

En nuestro país algunos de los tratamientos sistémicos son los inmunosupresores clásicos: ciclosporina, metotrexato, azatioprina y micofenolato.

Además, actualmente tenemos disponibles medicamentos biológicos y otros fármacos conocidos como moléculas pequeñas, que ha demostrado ser más seguros que los inmunosupresores clásicos y con altas tasas de respuesta en pacientes con DA Severa.