¿Qué es la

dermatitis atópica?

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel.

Es el tipo más común de eczema (denominación genérica de cualquier inflamación de la piel, a la que se conoce como más comúnmente como dermatitis), que afecta a más de 9,6 millones de niños y a unos 16,5 millones de adultos, sólo en Estados Unidos.

En el caso de Chile hay un estudio ISAAC que evaluó síntomas de dermatitis atópica en dos rangos de edad 6 y 7 años y luego 13 a 14 años, en este grupo de pacientes se describe que un existe una prevalencia cercana al 10-15% y 15-20% respectivamente.

La D.A. es una afección crónica que puede aparecer y desaparecer durante años o a lo largo de toda la vida, y puede solaparse con otros tipos de eczema.

En las personas con DA, por razones complejas que la ciencia aún no ha resuelto del todo, el sistema inmunitario se desordena y se vuelve hiperactivo. Esto desencadena una inflamación que daña la barrera de la piel, dejándola seca y propensa al picor y a las erupciones que pueden tener un tono morado, marrón o grisáceo en los tonos de piel más oscuros y rojo en los tonos de piel más claros.

Las investigaciones demuestran que algunas personas con dermatitis atópica, tienen una mutación del gen responsable de crear la filagrina. La filagrina es una proteína que ayuda a nuestro cuerpo a mantener una barrera protectora saludable en la capa superior de la piel. Sin una cantidad suficiente de filagrina para construir una barrera cutánea fuerte, la humedad puede escapar y las bacterias, los virus y otros elementos pueden entrar. Por eso muchas personas con DA tienen la piel muy seca y propensa a las infecciones.

Preguntas Frecuentes:

La dermatitis atópica suele empezar en la infancia, normalmente en los primeros seis meses de vida del bebé. Aunque es frecuente, en una proporción de pacientes puede ser grave y persistente en el tiempo. Cuando usted o su hijo tienen dermatitis atópica, ésta puede mejorar a veces, pero otras veces puede empeorar. En algunos niños, los síntomas pueden ir desapareciendo a medida que crecen, mientras que otros tendrán brotes de dermatitis atópica hasta la edad adulta.

La dermatitis atópica es multifactorial y se desarrolla por una interacción entre algunos genes y el ambiente. existen múltiples alteraciones genéticas descritas, las que en algunos contextos especiales (ej: urbanización, infecciones, stress) puedes manifestarse como DA.

El diagnóstico de la DA es clínico, esto significa que se realiza examinando al paciente. En general hay que tener dermatitis de forma recurrente en ubicaciones precisas para las diferentes edades y siempre asociado a picazón (prurito).

Es importante a veces descartar algunas otras condiciones cutáneas que clínicamente se pueden ver similar, por eso es importante consulta en algún momento con un dermatólogo.

Las principales enfermedades asociadas son las de la marcha atópica: alergia alimentaria, rinitis alérgica y asma, sin embargo, se ha descrito que la DA se asocia a mayor riesgo de: enfermedades autoinmunes, infecciones, enfermedades del espectro neuropsiquiátrico (déficit atención, trastornos ansiosos, emocionales y conductuales) y metabólicas (diabetes, obesidad, accidentes vasculares).

El prurito es el sello distintivo de la DA, y algunos datos muestran que más del 85% de las personas con esta enfermedad experimentan este angustioso síntoma todos los días. También son comunes el dolor de la piel y la falta de sueño causados por el prurito.

Las personas con DA pueden tener erupciones en cualquier parte del cuerpo que pueden supurar, excretar líquido y sangrar cuando se rascan, lo que hace que la piel sea vulnerable a las infecciones. La piel puede resecarse y decolorarse, y el rascado repetido puede provocar un engrosamiento y endurecimiento, proceso que en términos médicos es denominado liquenificación.

El factor genético es importante en la DA, existen varios genes implicados tanto en proteínas estructurales de la barrera cutánea como en mediadores inflamatorios que podrían favorecer el desarrollo de DA.

La DA es parte de lo que se denomina enfermedades del espectro atópico, dentro de las cuales se encuentra: alergia alimentaria, asma, y rinitis.

Se ha descrito que si un padre tiene cualquiera de estas condiciones el riesgo de que sus hijos tengan DA es 1,5 veces más que los niños sin este antecedente; si un padre tiene DA el riesgo sube a 3 veces más y, si ambos padres tienen DA, el riesgo es cercano a 5 veces mas comparado con los pacientes sin este antecedente

Cuando la DA es leve, el tratamiento puede incluir:

  • Uso diario y frecuente de crema lubricante en todo el cuerpo, especialmente después del baño.
  • Comprensión del paciente y la familia de la enfermedad, gatillantes, y pronóstico.
  • Evitar los desencadenantes conocidos.
  • Evitar factores exacerbantes:
    • Temperaturas extremas
    • Sudoración
    • Telas sintéticas (prefiera 100% algodón)
    • Jabones abrasivos
    • Suavizantes de ropa
    • Preferir detergentes de ropa específicos indicados por su dermatólogo
    • Dormir bien.
    • Mantener una dieta saludable
    • Controlar el estrés
    • Tip: Cuando te sientas estresado, encuentra otra forma de relajarte: escuchar música, leer, bailar, caminar, pintar, tejer, etc. (*revisa nuestra sección de DATOS DA, para conocer más en profundidad cómo manejar el estrés.)
    • Control del prurito: de acuerdo a lo que indique su médico.

Si estos métodos no son suficientes, otros tratamientos incluyen:

– Corticosteroides tópicos

Los corticoides tópicos son la principal herramienta médica para el tratamiento de la DA, ayudan a desinflamar la piel. Es muy importante usarlo de acuerdo a la indicación precisa del médico. Su médico tratante definirá la potencia y días de tratamiento dependiendo de la zona de la piel afectada, edad e intensidad de la DA.

Es importante no abusar del corticoide, ya que el uso prolongado tópico puede tener efectos adversos, y más aún en DA, donde los corticoides son una herramienta disponible, donde la piel puede acostumbrarse limitando el arsenal terapéutico disponible.

– Tópicos no esteroideos

En chile existen alternativas a los corticoides que se denominas inhibidores de la calcineurina (pimecrolimus y tacrolimus) estos requieren prescripción médica y tienen indicaciones específicas, por lo que es importante la consulta.

– Tratamientos Sistémicos

En paciente con DA moderada a severa a veces es necesario usar tratamientos sistémicos, todos estos tienen indicaciones muy precisas y se restringe su indicación al médico dermatólogo.

En nuestro país algunos de los tratamientos sistémicos son los inmunosupresores clásicos: ciclosporina, metotrexato, azatioprina y micofenalota.

Además, actualmente tenemos disponibles medicamentos biológicos (dupilumab) y otros fármacos conocidos como moléculas pequeñas, que ha demostrado ser más seguros que los inmunosupresores clásicos y con altas tasas de respuesta en pacientes con DA Severa.

Hasta el momento, la DA no tiene cura, pero si existe una variedad de tratamientos para aliviar sus síntomas, tan molestos para quienes los viven a diario. Aunque la DA puede ser difícil de tratar, la comprensión de la misma sigue mejorando y hay grandes esperanzas y algunos nuevos tratamientos y enfoques sorprendentes.

Las lesiones de la dermatitis atópica tienen ubicaciones específicas para las distintas edades:

  • En lactantes en general compromete las zonas extensoras de las extremidades, y cara.
  • Desde el año en adelanta compromete especialmente los pliegues.
  • En adolescentes y adultos, puede comprometer zonas más específicas como la zona palmoplantar, genital, pezones y cara.

Se describe que una proporción importante de pacientes diagnosticados en la infancia podría mejorar, esto varía entre cada paciente.

Cada vez mas estamos diagnosticando más pacientes adolescentes y adultos con esta condición y esto puede estar dado por un ambiente cada vez más urbanizado lo que permite que la inmunidad no tenga estímulos (exposición a microorganismo) y se desordene generando esta condición.